I CARRERA SOLIDARIA DIVINA PASTORA
Hola a todos.
La verdad no tenia pensado correr esta mañana, o por lo menos en una carrera. Pero una llamada telefonica me animó a ello. A las 09:42 me llamó Esteban: "Oye Sebas, tengo un dorsal de sobra para la carrera de San Fernando, lo quieres", y como soy presa fácil, pues accedí a ello. El problema era que estaba en El Puerto, en pijama, y recién desayunado, y 45 minutos despues comenzaba la prueba, así que me puse las pilas.
Y dicho y hecho. A la hora fijada, y despues de buscar aparcamiento y calentar un poco y todo, estaba en la linea de salida, preparado para la I CARRERA SOLIDARIA "DIVINA PASTORA".
Como os podeis imaginar no hubo mucho tiempo para todo, pero claro, para unas fotos sí que lo hubo.
Y sin más preámbulos comenzó la prueba, con salida de la Plaza Sánchez de la Campa (Plaza de las Vacas, más conocida"). La prueba recorrió una gran parte de la Isla, con sus calles más determinantes, la calle Real entera, la ronda del Estero, casi toda y, como no podía ser de otra forma, la calle Colón, que parece que no hay carrera en San Fernando que no tenga que pasar por esta calle, con su cuestecita incluida.
Yo me tomé la carrera con mucha calma, llevo un tiempo regular y además un par de semanitas sin correr, por aquello de las navegaciones.
Los primeros cinco kilómetros los hice a un ritmo de 5’15" el kilómetro más o menos con Belén Grimaldi, que tampoco anda muy bien a cuesnta de un pié.
Sobre el kilómetro cinco un coche de policía, en emergencias, me hizo pararme un momento, pues le cortaba el camino, el hizo que Belén se marchara unos metros en compañía de su sobrina, a las cuales adelanté más adelante al no encontrarse esta en buen estado.
Los últimos dos kilómetros los hice a un ritmo un tranquilo, con un compañero, hablando de los avatares de la "mili", que si esto, que si lo otro, que asciendo, que si no, que me queda tanto para retirarme, y así, de paseo, finalizó la prueba.
Para los 8,200 kilómetro de que constaba el recorrido invertí 44 minutos, que no implican ritmo importante alguno, ya que en esta prueba ni me esforcé ni ganas que tenía, solo me dediqué a disfrutar del recorrido isleño de la prueba.
En la línea de meta me percaté que justo detrás mía entraba el torero jerezano Juan Jose Padilla, con su cuadrilla, los cuales, por lo visto, son también unos aficionados a esto del running.
Tras le linea de meta, agua, fruta y refrescos a demanda de los corredores. Tras la entrega de trofeo, sorteos de unas paletillas de jamón, las cuales, como siempre, pasaron de largo.
Y poco más que contar. Un saludo y hasta otra.
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javier jose -