¿UNA MARATON EN DOS HORAS?
Al hombre le faltan 178 segundos para romper la barrera de las dos horas en maratón. Esto significa que ha de correr cada kilómetro cuatro segundos más rápido de lo conseguido por Dennis Kimetto el pasado domingo en Berlín. Kimetto recorrió cada mil metros a un promedio de 2.55", lo que por sí solo ya es una barbaridad inimaginable hace un puñado de años. Como ha explicado Karel López, el nuevo récord mundial de la distancia equivale a correr 421 rectas de 100 metros en 17"4. Prueben a hacerlo dos o tres veces seguidas. Luego, imagine hacerlo 421 veces sin parar ni un solo instante. Otra posibilidad es dar 105 vueltas a una pista de atletismo (400 metros) y tardar 69"9 en cada una de ellas... Por supuesto, sin descansar.
El récord de Kimetto ha sido desglosado en todas sus facetas. El kilómetro más lento de cuantos corrió el domingo fue el decimosegundo, recorrido en 3.04". El más rápido fue el vigesimosegundo, en 2.39". Por encima de tres minutos solo hubo tres tramos (dos de ellos, en 3.00" exactos). Por debajo de 2.50" hubo cuatro tramos. Los restantes 35 parciales de mil metros estuvieron entre 2.50" y 2.59". Los parciales de cada 10 kilómetros indican la progresividad con que Kimetto afrontó la carrera de Berlín: 29.24, 29.11, 29.02 y 28.52. Lo mismo nos dicen los parciales de cada media maratón: 1h 01.45 y 1h 01.12, es decir, 33 segundos más rápida la segunda parte de la prueba.
Centrémonos en la barrera de las 2 horas. Naturalmente, es una frontera extraordinaria, de esas que fácilmente pueden calificarse como inhumanas. Se llegará a ella, del mismo modo que sucederá en otras especialidades, pero resulta insensato pronosticar cuándo sucederá. La progresión del récord hasta ahora nos habla de una mejora de dos minutos cada diez años. Pero no podemos olvidar un factor crucial: durante mucho tiempo, la maratón fue una prueba "olvidada" o secundaria o, por lo menos, en la que no se gastaban excesivos esfuerzos colectivos. La pista acaparaba mayor interés que la ruta. A partir de los años ochenta cambió el foco y la maratón pasó a ser valorada como una prueba reina y a ella acudieron los mejores fondistas y también se generó un gran boom económico y de participantes. Italianos y españoles fueron algunos de los primeros en acudir en masa a la maratón y etíopes y keniatas quienes tomaron el relevo. Esta formidable avalancha de corredores africanos, cada vez mejor preparados y estimulados por unas sustanciosas y merecidas recompensas económicas, está en la raíz de la progresión vivida en los treinta últimos años, en los que el récord de la prueba (disputada cada vez en mejores circuitos) ha pasado de los 2h 08.05 al vigente 2h 02.57. Cinco minutos largos en treinta años...
Para llegar a la frontera de las dos horas, el maratoniano deberá cubrir cada kilómetro en casi cinco segundos menos que Kimetto. Concretamente, en 4 segundos y 24 centésimas. Es decir, cada mil metros en 2.50"5 como promedio. Puede parecer sencillo. Al fin y al cabo, Kimetto lo consiguió seis veces el pasado domingo (2.39, 2.46, 2.47, 2.48, 2.50 y 2.50) y otros dos tramos los recorrió en 2.50. Pero incluso así, tengamos en cuenta que otros 34 kilómetros los recorrió por encima de esos 2.50"5 y en bastantes de ellos, muy por encima.
Llegará el día, y no sabemos si será pronto o tarde, pero no es una tarea sencilla. Hoy en día se pueden correr 30 kilómetros en 2.50 y, probablemente, algún kilómetro más, pero todavía no 42 seguidos a dicho ritmo.
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