X CROSS EL COLORADO.
Segundo envite de este fin de semana.
Esta mañana en el habitual paraje de los Pinares de El Colorado, dentro del término municipal de Conil y cerca de Roche se celebraba, organizado por la Delegación Gaditana de la Federación Andaluza de Atletismo y el Club de Atletismo de Conil, la décima edición del Cross de El Colorado, una nueva edición de este Cross de 8 kilómetros de recorrido, que discurre por los viales de la zona.
Después de descansar de la carrera/comilona/fiesta del sábado, nos levantamos temprano para estar sobre las 9 y media en la zona, ya que la prueba empezaría a las 10.
Después de preparar un par de tortillas, una buena bandeja de ensaladilla y llenar la nevera de cervezas y refrescos, nos pusimos en camino. A la hora prevista estábamos en la zona, la afluencia de corredores era bastante grande, dada que ésta es una de las pocas pruebas que quedan ya gratuitas en el calendario y además por la presencia de muchas familias completas, ya que a la carrera principal de 8 kilómetros había que sumar las que sucederían después de distintas distancias para las diferentes categorías de edad.
Ya estábamos calentando, señal de que faltaba poco, nos fuimos encontrando muchos de los de siempre, esta prueba fue muy numerosa, muchos de los habituales, mucha gente de los clubs de la provincia y otros venidos de más allá, fotos, comentarios de las carreras del sábado, de la nuestra en Cantarranas, del Cross del Mosto, y otras, algunos corredores hacíamos doblete. Al Cai-man le supieron a poco los 48 kilómetros de la Cueva del Gato del sábado así que se dispuso también a correr esta.
A la hora prevista, dio comienzo la prueba, el ambiente era muy agradable, la temperatura ni frio ni calor, y un poco de humedad por la zona de los pinares. El recorrido, el de siempre, una primera vuelta grande, de unos 5 kilómetros y otra menor de 3, para conformar los 8 kilómetros de la prueba.
La salida, como siempre, rápida para los primeros y con mucho cuidado para el resto, pues sabemos que el primer tramo es angosto y los corredores todavía vamos apelotonados. Pronto se va estirando el grupo y cada uno en su sitio. Belén y yo salimos juntos y estuvimos así un buen rato.
En los pasos por los caminos de los pinos, mucho cuidado con las raíces, varios tropiezos se sucedieron.
Sobre el kilómetro 4, sufro un pequeño traspiés, sin más consecuencias. Al final de la primera vuelta, otro tropiezo con una raíz, éste de mayores consecuencias, ya que si no es por un corredor que iba justo delante de mí, en el cual me pude apoyar, hubiera caído, y no sé con qué consecuencias, pues llevaba un ritmo muy bueno, corriendo bastante rápido. Hasta este punto seguía codo con codo con Belén, como ya digo a un ritmo muy bueno, pero a partir de aquí cojo miedo y empiezo a aflojar hasta salir de los pinares.
En el kilómetro 6 aproximadamente, olvidado ya del susto, empiezo a apretar otra vez, cogiendo un buen ritmo. Los últimos trescientos o cuatrocientos metros, a lo que daban las piernas, total, ya estaba todo terminado, no había que guardar fuerzas, ya las repondríamos después con las tortillas y las “papas aliñás” de Encarna y las albóndigas de Pepi.
Sobre la línea de meta, último sprint para adelantar a un par de corredores. Ya estábamos con la botella de agua en una mano y una manzana en la otra recuperándonos.
Los ritmos fueron bastante buenos, sobre 4’45" los tres primeros kilómetros y entre 4’50" y 5’05" el resto. El tiempo total 39’28", para la distancia total de 7,793 Km, a un ritmo medio final de 4’57" el kilómetro.
Tras unos instantes de recuperación, ducha en las instalaciones del campo de fútbol y cambiarnos de ropa.
A continuación se celebraron todas las carreras previstas para los más pequeños. Por estos momentos ya estábamos Luis Beato y yo en el chiringuito con los primeros botellines de Cruzcampo.
Cuando se nos despejó el camino, cogimos el coche y buscamos sitio para ubicarnos y pasar el día. Empezamos a sacar algunas cosas para ir preparándonos.
Ya finalizados todos los actos de la carrera y la entrega de trofeos, empezamos a tomarnos unas cervecitas y su correspondiente “tapeo”, las croquetas estaban muy buenas, las albóndigas también, la tortilla (no digo nada pues la hice yo) la papas aliñás..… Y de postre melón para el que quiso y flan de turrón, por gentiliza de Luis Beato, del cual no quedó ni las manchas. (Por supuesto de todo esto tenemos pruebas documentales de que estaban…)
Una vez finalizados los ágapes, y después de un par de peloteo con las “palas” que Esteban siempre lleva en el coche (no sé para qué), recogimos que era la hora del cafelito.
Pusimos rumbo a Conil, que estaba cerca, donde conocíamos un par de cafeterías. La primera nos dio la sorpresa, pues estaba cerrada, pero en frente había otra en la que, con sus correspondientes pastelitos, nos tomamos el café de rigor.
Y de allí, para ya de contar, que estaba bien por el fin de semana, rumbo a casa, para descansar. Ahora tenemos una semana por delante para recuperarnos del fin de semana (al revés de todo el mundo) y pensar ¿a dónde vamos el fin de semana que viene?.
Fotos en el siguiente enlace:
Un saludo y hasta otra.
1 comentario
Fernando -
Estoy pensando en ir a esta carrera. Veo que te has molestado en hacer el itinerario que me imagino que será igual este año. ¿me puedes indicar el punto de salida y en que dirección?
Saludos y espero vernos por allí. Estoy yendo a las últimas carreras que comentas por aquí.