XIV CARRERA POPULAR VILLA DE EL GASTOR

Este sábado no tenía previsto ir a ningún sitio a correr, sino simplemente después de haber hecho una tirada larga la tarde del viernes, esperar al domingo, que sí tenía previsto ir a Algeciras. Pero como no siempre las cosas salen como se preveen, en la tarde del viernes, mi compañero de fatigas Esteban me llama para proponerme ir a El Gastor, localidad de la sierra de Cádiz, que organiza la XIV Carrera Popular Villa de El Gastor, y como yo soy presa fácil para ésto de ir a las carreras, pues me animé.

Pues como decía, ya el mismo viernes no salí a hacer la tiradita que tenía prevista y hoy sábado de buena mañana me reuní con Esteban, su mujer Belén y Pepi para trasladarnos a la Sierra, donde nos encontraríamos con otros componentes del Club, así como con otros amigos del Club Alcanatif, de El Puerto.

La carrera consistía en un recorrido de 8 kilómetros, compuesto por un par de vueltas por las calles del pueblo, con sus constantes subidas y bajadas y una salida a las afueras, por supuesto también con subidas y bajadas, ya que como era sabido por todos, esta carrera es de una dureza fuera de lo normal,  menos mal que la distancia no es excesivamente larga.

Así después de aparcar el coche convenientemente nos fuimos al local habilitado por la organización para la recogida de dorsales, donde, a la vez, nos obsequiaban con una camiseta deportiva como recuerdo de la prueba. El siguiente paso era tomar un café y calentar un poco, algo muy necesario siempre.

Después de las diferentes carreras para alevines, infantiles y cadetes, sobre las once de la mañana, dio comienzo la prueba principal donde alrededor de 200 corredores tomariamos la salida, situada en la Plaza del Ayuntamiento, donde también sería el final de carrera.

Decir que la zona de salida estaba abarrotada de gente animando a los corredores. Tras la salida dimos un par de vueltas a la zona céntrica del pueblo, siempre con mucha gente en las calles.

Tras estas vueltas de aproximadamente un kilómetro y pico salimos al exterior del pueblo por la carretera en dirección norte, por supuesto con constantes subidas y bajadas que hacían dificultoso el correr. A los 5 kilómetros aproximadamente de recorrido dimos un giro de 180 grados para tomar sobre nuestros pasos y volver a la plaza del Ayuntamiento; la vuelta se hizo un poco más cómoda, pues al ya conocer la orografía del terreno, los corredores podíamos ya hacer un poco de previsión.

Los últimos metros de la carrera volvían a ser por las calles de la localidad, buscando la plaza del Ayuntamiento, lugar de la Meta.

Decir que la actitud de todos los habitantes fue de lo más exquisita, animando siempre a los corredores, y con puestos de avituallamiento de agua en varios puntos, tanto en las calles como en la carretera exterior.

En la zona de llegada, a medida que íbamos entrando nos ofrecian de nuevo más líquido, así como una bolsa con zumos, fruta y chocolatinas, ya no solo para reponer las fuerzas por el gasto energético efectuado, sino para paliar la temperatura, ya que el día se estaba tornando en un precioso día del "Veranillo de San Miguel".

El tiempo invertido, esta vez, para mí, menos interés si cabe que en otras ocasiones, pues dada la dureza del recorrido fui muy lento, excepto en el últim kilómetro, que como tenía fuerzas, apreté un poco más. Invertí un tiempo de algo más de 43 minutos.

Había que ir a ducharse, pues entre el sudor del esfuerzo y el agua vertida por el cuerpo, el momento era el idóneo. Nos dirigimos al Pabellón Deportivo Municipal donde una "relajante" ducha de agua muy caliente, nos esperaba.

Era la hora de la entrega de trofeos para los primeros clasificados en la general y en las categorías de edad. Decir que el trofeo para los primeros clasificados en cada categoría era muy original, pues fue una replica de una gaita gastoreña, típica de la localidad, la cual incluso funciona.

Tras esto nos fuimos al Salón Multiusos de que dispone el pueblo donde nos iban a ofrecer una gran Paella para todos los corredores y familiares, acompañada de refrescos y cerveza.

Si a la carrera fuimos unos 200 corredores, para la paella, salieron otros tantos mas de debajo de las piedras, cosa que no fue impedimento para que hubiera comida y bebida para todos, incluso para repetir.

La paella estaba exquisita y la amabilidad de los empleados municipales y de los colaboradores hizo que el fin de fiesta fuera de una calidad excelente. Además el espíritu servicial de todos estaba fuera de toda duda. Felicitar desde aquí a la organización de todo el evento, tanto en el apartado deportivo como en el logístico de después de la carrera.

Tras terminar de comer nos disposimos a volver a casa, pero lo hicimos dando una pequeña vuelta, pues sabíamos que en Grazalema, bonito pueblo de la Sierra Gaditana se celebraban las fiestas conmemorativas de los actos de 1832, donde se revelaban los bandoleros de la sierra.

Nos marchamos para allá para un rato de diversión. Visitamos el campamento bandolero y nos tomamos unos cafés, buñuelos y pasteles. Tuvimos la oportunidad de fotografiarnos con José María "El Tempranillo", y su novia el día de su boda. Pasamos un rato divertido.

En este enlace enlace teneis unas cuantas FOTOS.

Y nada más que contaros, os espero por aquí en otra ocasión. Un saludo a todos.