VIII CROSS EL COLORAO

¡Qué pechá de gente! No había gente en el “Colorao”, allí no cabía ni Dios, hasta el viento de Levante, que no fue invitado vino a pasar la mañana con nosotros.

Hola a todos.

En la mañana de este domingo El Colorado nos esperaba, donde se iba a celebrar la octava edición del Cross El Colorado, una prueba que suele ser muy multitudinaria, y en esta ocasión si cabe más todavía, pues aparecieron niños hasta de debajo de las piedras para echar un rato, un buen rato de atletismo en un cross que viene siendo de los más llamativos de la provincia.

Estábamos convocados para las 10 de la mañana, hora en que comenzaba la prueba principal del día, en la que participábamos todas las categorías de adultos, sobre una distancia de algo más de ocho kilómetros entre los pinos y caminos que conforman la zona de El colorado, dando dos vueltas a un circuito, la primera de unos 5 kilómetros y la segunda de solo 3.

Así que a las nueve y pico estábamos llegando a la zona, para coger sitio en el aparcamiento, repartir los dorsales del Club, que ya los tenían recogidos, y como es preceptivo, calentar un poco antes de empezar la prueba.

El día se estaba tornando caluroso, como viene siendo habitual estos primeros días de otoño, que a ver cuando llega de verdad, que parece el cuento del lobo, avisa, avisa pero no llega, y cuando llegue no nos lo vamos a creer. Bueno como decía el día se estaba tornando caluroso, pero entre los caminos y a la sombra de los pinos se haría un poco más soportable.

A la hora prevista se dio la salida, el camino al principio, como siempre, angosto para la cantidad de gente que nos habíamos concentrado, pero a medida que el grupo se estiraba y cada uno iba a su sitio nada peligroso, a no ser por los socavones y raíces del terrero, normal, es un cross.

Cuando menos nos lo esperábamos primer paso por meta y los primeros 5 kilómetros ya estaban en la saca, solo quedaba finalizar el recorrido y disfrutar del paraje. En esta segunda vuelta el viento empezó a arreciar, de tal manera que el arco de meta se cansó del viento y dijo que lo quitarán, que si no se iba a ir él solo, y eso se hizo, quitarlo para que no ofreciera ningún peligro a corredores y familiares en general.

Así íbamos todos llegando en meta, con un poco menos de peso por el esfuerzo y el gasto energético efectuado, pero compensados por los gramos de arena que llevábamos en los ojos y en la ropa.

Mi carrera, más rápida de lo que yo preveía en un principio, dado el fin de semana atlético que llevo, pues invertí 42 minutos para los algo más de 8km200 metros del recorrido, a unos 5’10” el kilómetro, cuando yo calculaba que lo iba a hacer a 5 y medio. Como pasa casi siempre, te encuentras bien y aprietas.

Tras la prueba principal empezaron una infinidad de carreras para los más pequeños, como yo digo, savia nueva para el mundo del atletismo que serán los corredores populares del mañana. La primera de ellas fue la de los Juveniles, tanto masculinos como femeninos, en la que corría Laura, que se está animando también, hizo una buena carrera, para ella el recorrido sólo era de algo más de 3 kilómetros. Se le aprecia que con un buen entrenamiento y algo de tesón obtendrá buenos resultados.

Tras ésta infinidad de pruebas infantiles, y después dicen que no hay niños que paguen nuestras pensiones, llegó la entrega de trofeos para premiar a los vencedores de las distintas pruebas. Esta espera la apaciguamos haciendo uso del ambigú que se había montado en las inmediaciones, pues la correspondiente Cruzcampo y el montadito de lomo apetecían bastante.

Ya solo quedaba volver a casa, a descansar de este movidito fin de semana, y esperar al lunes para descansar, luego van y dicen que los fines de semana son de descanso.

Teneis fotos del Colorao en el siguiente enlace:

https://picasaweb.google.com/116503390551510079592/VIIICrossElColorao#

Bye, un saludo.