I CARRERA POPULAR 'ENTRE HAZAS'.
Dentro de los actos culturales, deportivos y lúdicos que durante el fin de semana de celebración de la Fiesta Nacional se llevan a cabo en la pedanía de Cantarranas, localidad cercana a Vejer de la Frontera, hemos participado en una singular carrera, y digo singular, porque más bien debería decir familiar, por el número de corredores que hemos participado, la primera edición de la Carrera Popular “Entre Hazas”, organizada por el grupo juvenil Algarabía, con Alfonso a la cabeza.
La carrera estaba prevista para las once de la mañana, así que para llegar con antelación salimos temprano, llegando una media hora antes; tras una parada a la entrada del pueblo nos informamos donde sería la prueba, y nos dirigimos a la parte alta, donde en un campo de futbol, se preveía la salida.
Allí nos encontrábamos los siete corredores del Club que nos habíamos citado, más algunos de Alcanatif, de El Puerto, otros de Coresport de Chiclana, y algunos independientes, hasta formar la ingente cantidad de 35 corredores que fueron los que a la postre salimos a correr.
Nos extrañó que siendo próxima la hora no hubiera señalización ninguna. Me puse en contacto con el organizador, el cual me dijo que estaban en camino, marcando unos últimos cruces, que estaban de fiestas y se habían acostado a altas horas de la mañana.
Mientras esperábamos nos dedicamos a ver un poco el pueblo, tomar un café con sus correspondientes tostaditas y calentar un poco.
Una vez recogidos los dorsales, hechas unas fotos, decir que tenemos una foto con la totalidad de los corredores en la línea de salida, dio comienzo la prueba.
La prueba transcurriría por los caminos rurales que rodean los campos de la parte norte-oeste del pueblo, los carriles estaban en muy buenas condiciones para correr, sin baches ni boquetes, pasamos junto a las zonas campestres de la zona. Espectadores la verdad no había muchos durante el recorrido, quizás unas vacas que mientras pastaban se preguntaban, “quienes son estas gentes que han venido por aquí hoy?”, incluso tuvimos que adelantar a un coche tirado por caballos que nos encontramos por el camino, pero eso sí, en cada cruce que nos encontrábamos había alguien para indicarnos el camino. Por eso al apelativo de familiar que comenté al principio, también debería acompañarle el de rural.
La carrera constó de casi 7 kilómetros, y dicho sea de paso, me recordó los caminos rurales del Maratón del Pavo, en Espera.
La salida fue bastante distinta a las habituales, pues al ser tan poco numerosa, en primera línea de salida estábamos los no habituales, de hecho estuve en cabeza de carrera los primeros metros hasta que empezaron a colocarse cada uno en su sitio, hay fotos que lo corroboran.
Esta prueba, aunque no lo pareciera tenía su dificultad, pues transcurridos 3 kilómetros comenzaba una cuestecita, que aunque no era excesivamente pendiente, su longitud de casi 1 kilómetro y medio iba haciendo mella en las piernas poco a poco. Una vez finalizada la cuesta solo quedaban un par de kilómetros para llegar al campo de fútbol, meta de la carrera.
En la línea de llegada nos esperaban los miembros de la organización que, como podían, iban tomando los tiempos y sus notas para confeccionar la clasificación de la misma. No es decir que estuviera todo demasiado bien montado, pero la botellita de agua no faltó a la llegada, y sobre todo, la ilusión que pusieron y la atención a los corredores no les faltó. Hay fotos de todos los corredores a medida que iban entrando en meta.
El vencedor de la prueba fue Angel, el “trainer” del C.A. Alcanatif, seguido de Paquito Garri, del C.A. Carmona Paez, que no lo pilló pues contaba con un kilómetro más de carrera.
Yo llegué en un tiempo de 35’10”, para una distancia de 6,878 metros. Hasta el kilómetro cuatro iba bastante bien, primer kilometro a 4’17” y siguientes a 4’45”, pero en el momento que llegó la cuesta bajé el ritmo considerablemente, para terminar a un ritmo medio de 5’07” el kilómetro.
Evidentemente en la zona no existe ningún pabellón deportivo ni nada que se le parezca, así que como estábamos en el campo había que buscarse otros medios para ducharse, así que nos dirigimos a los jardines de la venta que se encontraba en las inmediaciones y, manguera en mano, empezamos a ducharnos y cambiarnos, con el consiguiente cachondeo que nos montamos, también hay fotos que lo corroboran, algunas no apta para menores……
Tras la ducha y cambiados, dio comienzo la escueta, pero habitual entrega de trofeos, al primer veterano y vencedor de la prueba, primer sénior y primera mujer. De nuevo fotos para el recuerdo.
A continuación de la carrera popular dio comienzo un atípico partido de fútbol, entre los habitantes del pueblo, “Hombres contra mujeres”, y ganaron los hombres (la que les esperaría en casa después).
Nosotros, en ese momento, ya nos dedicábamos a reponer fuerzas, pues de la cocina de la venta salían unos agradables olores a carnes asadas que nos estaban atrayendo desde momentos antes.
Sentados ya, y con las correspondientes cervezas para reponer líquidos, empezamos a pedir unos platitos de “venao” otros de guiso de carne y allí viendo el cartel, nos llamó la atención una carne llamada “SARDA”, que todavía nos preguntamos lo que es.
Durante las charlas que tuvimos después de la carrera, el organizador de la misma, Alfonso, nombrado la madrugada anterior Míster de Cantarranas (recordemos que estaban en la semana de fiestas), nos informó que al mediodía en el salón municipal, lugar donde transcurrían todos los actos festivos, se iba a celebrar un concurso de tortillas con degustación de paellas, al cual estábamos invitados.
Así que sobre las dos nos desplazamos al festín, y aquello estaba montado como una boda, pero sin novios (también hay fotos que lo demuestran) y entre cervezas y refrescos, olivas y montaditos, empezaron a traernos diferentes tipos de tortillas, una especie de gazpacho caliente y platos de paellas.
Entre las personas que nos servían en las mesas se encontraba una chica, bastante simpática y agradable para algunos de nosotros (verdad Enrique) que a la postre nos enteramos que la noche anterior (que no veas como tuvo que haber sido) fue nombrada Miss de Cantarranas.
Así sobre las cinco y pico de la tarde, tras despedirnos del Mister y de la Miss Cantarrana 2013, y agradecerles las atenciones que habían tenido con nosotros, nos marchamos. Habíamos decidido tomar un cafelito con pasteles en el cercano pueblo de Benalup-Casas Viejas, donde, tras subir y bajas más de una de sus empinadas cuestas, nos sentamos en la terraza de una cafetería bajo unos árboles a tomar el cafelito y pasteles (también hay fotos, hay fotos de todo).
Tras esto ya solo quedaba poner rumbo a casa, que la tarde tocaba a su fin y había que descansar para el día siguiente, que nos esperaba otra salida a El Colorado, en Conil, donde teníamos preparada otra dura jornada.
Teneis fotos en el siguiente enlace:
Un saludo y hasta otra.
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