I CARRERA URBANA EN VILLAMARTIN TE ESPERO
Después de un fin de semana donde no habíamos participado en ninguna prueba, de descanso relativo, en la que solo nos dedicamos a entrenar para la ya cercana Maratón, este fin de semana teníamos una nueva oportunidad, además estrenando una nueva prueba en nuestra provincia.
La Delegación de Deportes del Ayuntamiento de Villamartín organizaba la primera edición de su Carrera Urbana, denominada “EN VILLAMARTIN TE ESPERO”; una prueba totalmente urbana de unos 8 kilómetros y medio de recorrido, que transcurriría entre las instalaciones deportivas de la localidad y las calles de la misma, y como es obvio, con bastante dificultad, conociendo la orografía del terreno donde se asienta el pueblo, todo sobre un circuito al que habría que darle dos vueltas.
La carrera, a priori, tenía buena pinta, y de hecho lo que es la carrera no estuvo nada mal, los problemas organizativos, posiblemente debido a la bisoñez de los organizadores en este tipo de eventos, tuvieron mucho que decir.
La hora prevista de la prueba era las 10 y media de la mañana, así que nos pusimos en marcha para estar un ratito antes, para calentar y demás cosas de siempre.
Salimos no muy temprano, en una mañana fría, donde de 4º pasamos rápidamente a los 0º matutinos en las zonas de campo.
Sobre las 9 y media ya empezamos a llegar los corredores, muchos de la localidad o pueblos cercanos que querían participar en la inauguración de una prueba, otros venidos de un poco más lejos, e incluso de la provincia de Sevilla. También muchos niños, pues las categorías inferiores tendrían su oportunidad antes que nosotros.
Allí nos encontramos algunos de los conocidos de siempre, Juan y Manoli de Arcos, los de la “Divina Pastora", de “Los Jartibles”, alguno de Alcanatif que andaba por allí suelto, del Club íbamos un grupo de 6 corredores.
El caos organizativo empezó con la entrega de dorsales, ya que, no solo no estaban preparados, sino que incluso había gente que no estaba encuadrada en ninguna de las categorías de la prueba, cosa que tardó en solventarse, pues había que esperar que llegaran para concretar los datos, luego había que componer los dorsales. Así entre una cosa y otra nos metimos en las once y pico cuando comenzaron las pruebas de los pequeños.
Pasadas las once y media de la mañana, con una horita de retraso, ya estábamos listos para empezar, teníamos los dorsales, estábamos calentando y ya llevábamos unas pocas de fotos encima cada uno. Así que nos pusimos en línea de salida.
Se dio el pistoletazo de salida, una vuelta por la pista de atletismo de las instalaciones deportivas y dirección al pueblo; como no podía ser de otra forma, tras un kilómetro y pico de recorrido ya empezaban las cuestas para arriba, esta parte del recorrido iba a ser todo ascendente, con menor o mayor pendiente pero todo ascendente.
Tras otro kilómetro nos encontramos con una fuerte pero corta bajada, donde había que tener cuidado con las rodillas y empezamos la última subida de la vuelta, que nos llevaría a la Plaza del Ayuntamiento, de ahí ya todo bajada hasta la zona de salida, donde llegaríamos y, sin entrar en las pistas girar para empezar una segunda vuelta al recorrido, vuelta que finalizaba en la Plaza del Ayuntamiento donde estaba colocada la meta.
El ambiente de la carrera era bueno; en las pistas había bastante gente animando a los corredores, tanto a los más pequeños como a los mayores. Una ambulancia de Protección Civil, siempre presta a colaborar, de hecho tuvo que realizar un par de intervenciones.
Durante el recorrido por las calles la afluencia de gente también era notable, llegando a su mejor momento en la línea de meta, donde había prácticamente un pasillo para pasar bajo el arco, quizás debido, además de lo novedoso del evento en el pueblo, a la primaveral climatología en la que se había convertido la mañana.
Tras la llegada a meta, recogida de la bolsa del corredor, con agua, fruta, barritas recuperadores y una camiseta de regalo, una camiseta que aunque en el díptico de la prueba especificara que iba a ser técnica, técnicamente era de algodón.
En lo que a mi carrera se refiere, bastante contento con la que hice. Aunque no tenía previsto ir demasiado deprisa, tampoco fue lento del todo. Todo el recorrido a un ritmo aproximado a los 4’50” el kilómetro. Evidentemente los kilómetros de subida un poco más lento y los de bajada más rápido, para terminar los casi 8 kilómetros y medio en 40 minutos y medio, al ritmo medio que me había propuesto al principio.
Con el fin de estirar un poco las piernas y hacer unos kilómetros más, que seguro que nos vienen bien, el grupo de corredores del Club nos dirigimos trotando a las instalaciones deportivas, donde estaban situadas las duchas y vestuarios.
Solo quedaba volver de vuelta a la Plaza, pero ya con ánimos logísticos; cervezas, paellas y lo que se terciara nos esperaban.
La verdad es que nos habían vendido la prueba con una paella con cerveza para los participantes al final de la misma, pero paella, lo que se dice paella había poca, pues solo unos primeros privilegiados pudieron catarla, posteriormente sacaron unos platos de una ¿tortilla de tomate? que no sabría decir yo si estaba buena o mala, vamos es que no sabría decir lo que era. Unos platitos de revueltos de “tagarninas” también aparecieron por allí. La cerveza esa sí que apareció toda la que se quiso, previo pago, claro.
Como la carrera y el tapeo nos habían abierto el apetito, Esteban, viendo las caras de hambre que pasábamos, descubrió un asador de pollos, del que también dimos cuenta.
Ya con el estómago llego y pasada la entrega de trofeos, dimos un pequeño paseo por las calles céntricas del pueblo, visitamos los aledaños de la Iglesia Mayor, que estaba en un lugar aún más alto que la Plaza del Ayuntamiento, menos mal que los organizadores no nos la quisieron enseñar durante la carrera, pues la pendiente es considerable. Decir que los habitantes de este pueblo tienen un serio problema para tirar las basuras y desperdicios, pues los contenedores andan un poco lejos (ver las fotos y lo comprobareis).
A nivel general la prueba ha estado, en lo que al apartado deportivo se refiere, bastante bien, ni larga ni corta, con una buena dificultad que nos gusta a los corredores y mucha gente animando, que sí se agradece. A nivel organizativo ha tenido algunas deficiencias (dorsales, clasificaciones, camisetas,...), pero que seguro que con un poco más de experiencia se solventa para ediciones posteriores.
Solo quedaba poner rumbo a casa, no sin antes hacer una parada logística en Arcos, donde nuestros amigos Juan y Manoli nos invitaron a la degustación de unos pastelitos en su pueblo, donde entre cafés, pasteles, risas y músicas carnavalescas terminamos de pasar la tarde.
Teneis fotos en los siguientes enlaces:
Un saludo y hasta otra.
3 comentarios
ANTONIO MARTIN-BEJARANO EJARQUE -
Un abrazo
Jose Prieto -
Jose Manuel -