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DRESSLER. El Blog de las Carreras Populares

XXI C.P. RUTA DE CARLOS III - CIUDAD DEL SOL.

XXI C.P. RUTA DE CARLOS III - CIUDAD DEL SOL.

Ultima prueba larga antes de la Maratón, así que no podíamos faltar.

Este fin de semana tenía ante mí un reto, pues había oído mucho hablar de esta prueba pero nunca había venido.

Las Delegaciones de Deportes de las localidades sevillanas de La Luisiana y Ecija organizan todos los años por estas fechas la Ruta de Carlos III “Ciudad del Sol”, una prueba de 25,6 kilómetros de recorrido que une estas dos localidades, pasando por El Campillo y Cañada del Rosal, este año en su vigésimo primera edición.

Es una prueba larga, no demasiado dura en su recorrido, aunque sí engañosa, sus largas rectas por las carreteras de la zona, tienen una suave inclinación que parece que no se nota, pero con el transcurso de los kilómetros sí.

Una bajada pronunciada de casi medio kilómetro de distancia, a partir del kilómetro 22 es la entrada a la localidad de Écija, esa distancia final, hasta la línea de meta, es sobre las adoquinadas calles, que hacen que las piernas, si no lo estaban ya, sufrieran en demasía.

En el seno del Club habíamos organizado un viaje en autobús para la ocasión, siempre es más cómodo y más ameno, así que bastante temprano nos pusimos en marcha, yo hasta la localidad de Jerez, donde debía encontrarme con amigos del Club Maratón Jerez, para tomar allí el autobús.

El viaje en autobús fue muy entretenido, risas de unos, cabezaditas de otros, risas, siempre, durante el trayecto el tiempo fue cambiando por momentos, niebla, lluvia, luego el sol…. En El Potro, a escasos 40 kilómetros de nuestro destino, hicimos la parada reglamentaria para repostar, café con tostadas de pueblo y paso por el baño.

Minutos después de la partida llegamos al punto de salida de la prueba, la Luisiana, pequeña localidad, pero muy acogedora. El ambiente ya respiraba una prueba muy concurrida, de hecho más de 1400 corredores salimos de la línea de salida, y algunos de muy buena calidad, los mejores  corredores del panorama andaluz y algunos con participaciones internacionales a sus espaldas se habían dado cita, el ser una prueba con fama, buena piedra de toque para una maratón que se antoja cercana y la existencia de premios en metálico, de hecho se repartieron casi 5.000 € en premios, hacían de voz de llamada a los corredores.

Como habíamos llegado con cierto tiempo de margen, los dirigimos a recoger los dorsales, por allí empezamos a encontrarnos muchos conocidos de las localidades de la zona, y otros, como nosotros, venidos desde Cádiz, Málaga o Córdoba.

Saludamos a Jesús R. Bermudo, natural de la zona, gente de "Los Jartibles", corredores del Puerto, y otros muchos.

Entretanto habían pasado los minutos y tras cambiarnos, tocaba calentar un poco. La mañana era fría, pero por momentos el Sol ya sobre nuestras cabezas empezaba a calentar.

Con unos minutos de retraso, y tras un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de un corredor de la zona, dio comienzo la salida.

La mayoría de los corredores salimos bastante lentos, solo los pocos elegidos que iban a por el triunfo final salieron a un buen ritmo.

El primer tramo comprendía entre la línea de salida y la localidad de El Campillo, con una distancia de 3,7 km, circulando por las carreteras de la zona, bastante llanas, sin ningún repechito que afectara a las piernas.

Tras cruzas esta localidad comenzamos un tramo de 8,2 kilómetros hasta Cañada del Rosal, con alguna ligera cuesta.

El último unía estaba localidad con Écija, final del recorrido. Desde este punto a la línea de meta faltaban 13,7 kilómetros, de los cuales algo menos de 4 eran por las calles adoquinadas de la localidad astigitana, kilómetros que se hacen eternos. En este último tramo se concentraba la principal dificultad de la jornada, una larga carretera de varios kilómetros de recorrido, que aparentemente no tenía pendiente, en realidad es un falso llano que va comiendo las fuerzas que quedan.

El ambiente durante la prueba es excelente, por las calles de todas las localidades que pasamos el gentío, conocedor sin duda, de la dureza de la prueba, está permanentemente animando a los corredores. Los puestos de avituallamiento, muy necesarios siempre, religiosamente en los kilómetros 5, 10, 15 y  10 de recorrido. Agua no faltó en ningún momento, y el interés puesto por los voluntarios que allí se encontraban hizo que no hubiera que perder mucho tiempo ni cambiar el ritmo para coger la botella.

Desde la entrada en Écija, como en las localidades anteriores, voces de ánimo y aplausos para los corredores, signos muy de agradecer y que nos espolean aún más, sabedores ya de que la meta está cerca.

Tras la llega a meta todo son buenas noticias y buen ambiente. Inmediatamente pasados por la meta ya teníamos en nuestro poder el papelito de la empresa cronometradora con el tiempo invertido y lugar en las clasificaciones.

Tras una cola donde charlamos con los corredores que hay llegado por nuestra altura, llegado al lugar donde la organización nos tiene preparados nuestros obsequios.

Un bonito trofeo para TODOS los corredores, camiseta técnica por supuesto, y una buena bolsa del corredor, agua, bocadillo, fruta, chocolatinas y una botella grande de bebida isotónica o refresco para reponer fuerzas.

El tradicional camión de Cruzcampo en la zona del guardarropa también es digno de hacerle una visita. Tras recoger la bolsa podíamos hacer unos de las duchas de la Piscina Municipal, de la que podíamos hacer uso, y de hecho, muchos corredores nos dimos el gustazo de hacernos unos largos en ella tras reponer algo de fuerzas.

En lo que a mi carrera se refiere, iba con mucho respecto a ella. Salí tranquilo, o por lo menos eso yo pensaba, En el kilómetro 2 me asusté, pues empezaron a dolerme los gemelos, pero fue un simple amago, pues unos minutos después se me quitó el dolor y continué una muy buena marcha.

Los primeros kilómetros los hice el solitario, a mi ritmo. Durante unos cinto primeros kilómetros mantuve un ritmo muy bueno de 5’05” aproximadamente el kilómetro, pues me uní a un corredor de la localidad que me llevaba muy bien y muy cómodo. Tras el paso por Cañada del Rosal, bajamos un poco el ritmo, durante 3 o 4 kilómetros, que volví a aumentar cuando me uní a un grupo de corredores con los que coincidí en la Media de Marchena-Paradas.

En la bajada a la localidad de Écija eché el resto, me tiré, como se suele decir, y adelanté un tiempo preciso, el recorrido por las calles adoquinadas se me hizo interminable, pues pensando que quedaba poco iba bastante rápido, hasta que tuve que bajar el ritmo, pues la distancia era mayor de la que yo imaginaba. Tras cada curva que cogía la carrera deseaba ver el arco de meta, que parecía que nunca llegaba.

A escasos 200 metros de la meta, tras un cambio de dirección a la izquierda allí estaba, casi escondida. Habíamos terminado y, excepto estos kilómetros finales que se hicieron eternos, con muy buenas sensaciones.

Al final invertí un tiempo de 2h 13m 46sg, lo que me sale un envidiable ritmo de 5’13” el kilómetro, el mismo que en mi mejor Media Maratón, todo un logro. Este resultado me da alas para pensar que podré terminar vivo la Maratón de Sevilla, objetivo para el que he hecho esta carrera.

Tras  la recogida de trofeos nos pusimos rumbo al autobús, para recoger todas las bolsas y tomar algo, para reponer fuerzas y comenzar el viaje. A pié de autobús las tortillas, empanadas, bocadillos y ensaladas corrieron por doquier, aparecían latas de refrescos y cervezas donde antes no había nada.  A algunos este ágape les pilló por sorpresa y decían “Dame algo”, repartidos entre todos las viandas dieron fin, subimos al autobús y pusimos rumbo de vuelta.

El viaje, como el de ida, fue ameno y entretenido, cada uno hablando de sus cosas, unos de cómo les había ido la carrera, otros que ya no vuelven más, otros que sí, también hablamos de los próximos objetivos…..

La parada correspondiente para el cafelito no faltó, este con pestiños. Allí coincidimos con moteros que venían de Valladolid, de su correspondiente reunión, la de los “pingüinos”, ellos sí que pasaron frío y no nosotros. También se encontraba en la parada el gran torero cañaílla y residente en Algeciras, Francisco Ruiz Miguel, con el que deparamos unos minutos y nos echamos unas fotos.

Llegados a Jerez, se acabó mi viaje, el autobús seguía a San Fernando, punto final del recorrido.

Teneis más de 1000 fotos en los siguientes enlaces:

FOTOS SEBAS

FOTOS ERMANUE

FOTOS ESTEBAN

Y nada más que contaros, hasta la próxima. Un saludo.

2 comentarios

lali -

Menuda cronica sebas! Con solo leerla me dan ganas de salir corriendo! Desde luego el año que viene estare pendiente...hasta la proxima!

Antonio -

Enhorabuena Sebas, vas por le buen camino y seguro que haces una gran Maraton. Por cierto vais a La Cartuja?

Saludos