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CROSS M. NACIONAL DE VETERANOS. ZAMORA 2012.

CROSS M. NACIONAL DE VETERANOS. ZAMORA 2012.

Tras los cross realizados durante el segundo semestre del año pasado en la BNR fuí clasificado como componente del equipo de Cross de Rota para el Campeonato Nacional de Veteranos.

Esta prueba se llevó a cabo este lunes, 30 de enero, en la localidad de Zamora, allá por Castilla y León, y para ello junto con otros componentes del equipo de San Fernando nos pusimos en camino.

Al par de horas parada para comer, y más tarde parada para el cafelito, que no lo perdonamos ni de viaje. Felipe nos hizo un reportaje fotográfico del camino.

El viaje fue bastante agradable, con conversaciones de todo tipo, unas deportivas y otras lúdicas. De vez en cuando echábamos un vistazo al termómetro del coche, y vimos como, cada vez que aumentaba la latitud disminuía la temperatura.

Allá por la provincia de Salamanca, en la Sierra de Las Covatillas aparecían las primeras nieves. Entrando en la ciudad de Zamora llegó el 0.0º, no la cerveza sino la temperatura, vamos ni frio ni calor.

Después de ubicarnos en el Hotel que teníamos reservado, nos fuimos a cenar, allí mismo en un sótano del Hotel que parecía la Cueva de Luis Candelas, un sitio realmente agradable. Parecia que estábamos en una boda, en una mesa para 8, pues ya se nos habían incorporado los otros dos miembros del equipo de Rota que habían hecho el camino por otros medios; la cena muy buena y la camarera muy simpática. De primeros: unos ensaladas, otros carpaccio de salmón, otros una cremita de verdura. De segundo, lo de siempre, unos carne y otros pescado, y de postres de lo más variado, yo un “creppe suzette”, con no sé qué que sabía a limón, y Felipe, haciendo fotos.

Después de cenar, a descansar que mañana había que correr, que para eso nos habíamos hecho 600 y pico de kilómetros.

A la mañana siguiente habíamos quedado sobre las 8 para pegarnos un “desayuno continental”, un buffet bastante bien surtido con café, zumos, frutas, pastelería y todo tipo de viandas y una tortilla de patatas que hizo el delirio del personal, vamos que no cayó entera de milagro. Vamos, porque íbamos a correr, sino todavía estamos allí “desayunando” y Felipe haciendo fotos.

Cuando salimos del Hotel, pudimos comprobar cómo se sentía uno a los 5 grados bajo cero que teníamos.

Tras la reunión previa en otro Hotel de la ciudad, donde estábamos citados por la organización y en la que nos encontramos con compañeros venidos de Madrid, Galicia y Cartagena, nos pusimos en dirección al Bosque de Velorio, una zona a las afueras de la ciudad muy buena para la práctica del deporte, con zonas muy propicias para hacer un cross y unas instalaciones deportivas que más tarde utilizaríamos.

A estas alturas, sobre las 10 y media la temperatura empezó a subir, lentamente pero algo subía.

Como teníamos tiempo por delante, antes del comienzo de la prueba y empezar a calentar dimos una vuelta por el que sería el circuito, con el fin del conocer el estado del mismo, el cual se encontraba en perfectas condiciones, a excepción de un pequeño resalto que la organización trató de minimizar y una zona con un par de charcos helados que había que esquivar. Durante este paseo de reconocimiento pasamos junto a una fuente con una estatua conmemorativa a Félix Rodríguez de la Fuente, la cual estaba completamente helada, pues aunque la temperatura había subido, rondábamos los cero grados. Durante el paseo Felipe continuó ampliando su reportaje fotográfico.

A las 12 de la mañana comenzaba la prueba, ya estábamos a la increíble temperatura de 2 grados, lo que me permitió empezar a quitarme ropa y correr con camiseta de tirantes y no con mangas largas; eso sí, los guantes no me los quité.

Como al final cayeron algunos de los corredores emplazados a la prueba, en total salimos 18 corredores, divididos en tres categorías por edad, más de 35, más de 45 y más de 55 años. Mis expectativas, como no podía ser de otra forma, dada la calidad de los corredores, no podían ser muy halagüeñas, habíamos un grupito de 3 ó 4 corredores que íbamos a luchar a muerte por las 3 ó 4 últimas plazas. (Ja, vaya futuro que teníamos).

Ya desde la salida se pusieron en cabeza los que vencerían. Como no podía ser de otra forma, la salida parecía como la de Fórmula 1, semáforo verde y a juir. Como yo no quería quedarme descolgado a las primeras de cambio, me tuve que poner las pilas los primeros kilómetros, así el primero fue fulgurante, el segundo un poco menos, pero siempre por encima de mis ritmos habituales, y a partir del tercer kilómetro me fui a mi ritmo, para por lo menor llegar vivo.

Al final del recorrido la fatiga de los últimos dos kilómetros quedó compensada con el ritmo de los dos primeros, para terminar en 24 minutos los 5 kilómetros de recorrido; paradójicamente uno de los cross más rápido que haya realizado para quedar el último de la prueba, vaya futuro que me queda por delante.

Tras la prueba, entrega de trofeos y foto de grupo de rigor, y empezar a despedirnos.

Ahora fue el momento de utilizar los vestuarios de las instalaciones deportivas, unas instalaciones con un sistema de calefacción bajo el suelo que palíaba el frío que hace por esas tierras.

Ya solo quedaba coger el coche y poner rumbo a casa, que teníamos otros 600 y pico de kilómetros por delante; tras parada de rigor para comer y el cafelito, sobre las 8 y pico de la tarde ya estábamos en tierras gaditanas. Solo quedaba llegar a casa y ponerse a ver el Atleti, a ver si nos da otra alegría a la afición.

Algunas fotos en el siguiente enlace:

https://picasaweb.google.com/102908553403188037348/FotosZamora#

Un saludo a todos.

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